Esta es la historia del Wilmar Yesic Socarruncho un personaje de apenas 20 años de edad, zorrero de profesión, y parcero de Esneider Alias “el cara de peldal” distribuidor de bareta… estos dos personajes protagonizan la historia que quizás terminara en un final no muy Chimba.
"Bueno pichurrias mi nombre es el Wilmar tengo 20 años y vivo en el barrio las cruces en Bogotá City, si me entiende y le voy echar la carreta de cómo le dieron piso al Esneider. Era la tarde de un 10 enero, la farra todavía seguía después de la navidad y del año nuevo, todo había sido una chimba porque con el Esneider y yo nos habíamos bajado una lapida de esas de los muertos allá en el cementerio central y pues la vendimos en una de esas cosas que hay por ahí cerca al barrio de los acostados y nos dieron las re lucas, por que era de una piedra y que se veía que era áspera si me entiende; entonces es vuelta la habíamos coronado y la navidad en el barrio había sido una gonorrea. La lechona, el whisky, la pola, la morcilla, el chunchullo, el bofe, el chin chin y hasta el Niquelado fueron las cosas que se compararon con la grasa que nos habíamos ganado. Eso si contratamos un par de rucas de esas bien perras para pasarla una chimba ñero si me entiende.
El Esnerider estaba en una perra re áspera, y tuvo que llamar a Hugo para poder seguir jalando botella, fue en ese momento que llego el duro con el que trabajaba el Esneider, el dotor Don Marcial, ese man es el duro de los re duros anda con unas rucas re jugosas y tiene una camionetas una chimba. Ese día Don Marcial fue recoger la grasa de las bichas que le había dado para vender en navidad; el Esneider se había fumado todas esas Bichas y nos habíamos olido hasta la harina de trigo de la panadería de Don Luis. Entonces ese pirobo se dio la vuelta y le dijo al Chompiras algo y fue ahí que esas gonorreas le llenaron el buche de plomo y le pusieron pijama de madera a mi parcero, que gonorrea de llorada la que me pegue. Y fui ahí donde comenzó el viacrucis por que el perro este no tenia grasa y la familia no tenía ni donde caer muerta. Toco llamar a la tomba para que hicieran los trámites con el muñeco y comenzar a buscar las ligas para poder ponerlo a chupar gladiolo.
Huy parceros ahí fue cuando comenzó la vuelta y los visajes porque al perro se lo llevaron Medicina Legal, nadie sabía que le podían sacar las tripas por que la había regalado, pero pues no se puso hacer nada con las tripas de mi parcero por que tenia plomo. Que gonorrea cuando íbamos saliendo de Medicina Legal adentro esas pintas se portaron una elegancia, pero afuera había un pirobos que parecían unos chulos ofreciendo planes en el barrio de los acostados, una chimba le daba hasta televisor y una mano de visajes para que mi perro se fuera bien engallado para el otro mundo. Y sabe que nos toco sacar 6 palos para poder darle un entierro digno, que vuelta tan áspera que pirobos para sacar grasa con el dolor ajeno. Eso si el día que estábamos despidiendo a mi perro fue una gonorrea porque hasta mariachis le llevamos, un par de tiros de para recordar a mi pes y un mano de barreta agisosa y para que no nos doliera tan duro."
Nuestro amigo Wilmar tiene toda la razón hoy en día el negocio que se maneja con el dolor ajeno es pan de cada día, las funerarias se aprovechan y le sacan a esas familias hasta lo que no tienen. Y como dice nuestro amigo que pirobos tan chulos ojala esas gonorreas no les toque pasar por esto.
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