Como todas las noches Juan Gutiérrez sale de su casa para encontrarse con su compañero de trabajo Ronald Hernández; “quizás esta noche sea diferente a todas las demás” asegura Don Juan un hombre de 46 años quien cada noche recorre las calles de Bogotá junto a Ronald un joven de 27 años, estudiante y practicante de criminalística. Como todas las tardes a eso de las 6:30, se dirigen hacia la calle 7ª Nº 12 – 61; mas exactamente al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Allí recogerán su vehículo de trabajo o más bien la móvil de levantamientos.
“los viernes son muchos los casos que se presentan en la ciudad y el trabajo es más complicado” cuenta Don Juan quien con sus años de experiencia instruye Ronald para que sea el mejor en su trabajo. Quizás son muchas las anécdotas y las historias con las que uno se encuentra en este trabajo, además es muy duro ver como las familias se desintegran por causa de la violencia. Es muy común recoger cadáveres apuñaleados, con heridas de bala, gente que se suicida, cuerpos descuartizados… ese el pan de cada día y lo que nos toca ver a nosotros, es quizás el trabajo más duro que hay en todas las profesiones, y pues por ganarme 850.000 pesos nos toca guardar todos los sentimientos y dejarlos en la casa.
Por otra parte cada vez que me encuentro con uno de los cientos casos que me toca atender, ruego a Dios que al momento de llegar a la escena del crimen no me encuentre con ningún familiar o con alguna persona que conozca. Ese día no seré capaz de cumplir con mi trabajo. Esas son las palabras de un hombre que ha diario se codea con la muerte, una persona que cada noche recoge y lleva los cuerpos a Medicina Legal.
Bueno quizás recuerden uno de los casos que más les ha impactado. “pues la verdad nunca voy a olvidar a que caso que sucedió en Chapinero, eso más o menos un año… estábamos a punto de terminar nuestro turno y solicitaron la ayuda de una móvil en chapinero, esa noche el trabajo había estado flojo, pues no teníamos sino 2 cuerpos en las bandejas. Al momento de llegar a la escena del crimen nos encontramos con el famoso caso del cuerpo descuartizado, en donde lo primero que encontró fue la cabeza de una mujer, y usted sabe uno tiene que andar detrás de los investigadores del CTI y La Fiscalía, pues tardamos mucho tiempo en encontrar todo el cuerpo y realizar el levantamiento. Ese si es un problema en medicina legal ya que el médico forense que asuma el caso tiene que comenzar a armar el cuerpo como un rompecabezas
Llegados a Medicina Legal aproximadamente a las 8:30 de la mañana, nos encontramos con otros dos personajes que hacen parte de esta historia, Marco Tulio Rodríguez y Mario Alberto Lozano, ellos son los especialistas, que día a día reciben los cadáveres, o los restos; averiguan cuales fueron las causas de la muerte, “me parece un trabajo como cualquiera, es lo que me gusta hacer, el miedo se pierde después de 10 pacientes” señala Mario Alberto.
Estos dos especialistas, en criminalística, analizan y reciben cerca de 10 cuerpos en su turno, “eso depende mucho, porque cuando es quincena, se reciben más cuerpos” afirma Mario Alberto
Por $1200.000 mensuales, estos personajes entran y hacen parte del negocio de la muerte, sus familias viven de la tragedia de otros, los precios o pagos varían, depende, del especialista, y a que se le mida, ¿el miedo?, No existe en sus diccionarios, “la muerte es algo normal, a todos nos toca, no sabemos cuando puede llegar” Juan Gutiérrez
Por otra parte cada vez que me encuentro con uno de los cientos casos que me toca atender, ruego a Dios que al momento de llegar a la escena del crimen no me encuentre con ningún familiar o con alguna persona que conozca. Ese día no seré capaz de cumplir con mi trabajo. Esas son las palabras de un hombre que ha diario se codea con la muerte, una persona que cada noche recoge y lleva los cuerpos a Medicina Legal.
Bueno quizás recuerden uno de los casos que más les ha impactado. “pues la verdad nunca voy a olvidar a que caso que sucedió en Chapinero, eso más o menos un año… estábamos a punto de terminar nuestro turno y solicitaron la ayuda de una móvil en chapinero, esa noche el trabajo había estado flojo, pues no teníamos sino 2 cuerpos en las bandejas. Al momento de llegar a la escena del crimen nos encontramos con el famoso caso del cuerpo descuartizado, en donde lo primero que encontró fue la cabeza de una mujer, y usted sabe uno tiene que andar detrás de los investigadores del CTI y La Fiscalía, pues tardamos mucho tiempo en encontrar todo el cuerpo y realizar el levantamiento. Ese si es un problema en medicina legal ya que el médico forense que asuma el caso tiene que comenzar a armar el cuerpo como un rompecabezas
Llegados a Medicina Legal aproximadamente a las 8:30 de la mañana, nos encontramos con otros dos personajes que hacen parte de esta historia, Marco Tulio Rodríguez y Mario Alberto Lozano, ellos son los especialistas, que día a día reciben los cadáveres, o los restos; averiguan cuales fueron las causas de la muerte, “me parece un trabajo como cualquiera, es lo que me gusta hacer, el miedo se pierde después de 10 pacientes” señala Mario Alberto.
Estos dos especialistas, en criminalística, analizan y reciben cerca de 10 cuerpos en su turno, “eso depende mucho, porque cuando es quincena, se reciben más cuerpos” afirma Mario Alberto
Por $1200.000 mensuales, estos personajes entran y hacen parte del negocio de la muerte, sus familias viven de la tragedia de otros, los precios o pagos varían, depende, del especialista, y a que se le mida, ¿el miedo?, No existe en sus diccionarios, “la muerte es algo normal, a todos nos toca, no sabemos cuando puede llegar” Juan Gutiérrez
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